Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

lunes

CDHS - Capítulo 28

- Tu padre me llamo.

Mi madre no sabe la suerte que tuvo de que ya me había pasado la malteada que tenía en la boca porque seguramente hubiera acabado toda en su cara.

- ¿Qué? - pregunte al ver lo nerviosa que se ponía - ¿Qué quieres decir?

- ¿Cómo que, que quieres decir con que quieres decir?, sabes exactamente lo que quiero decir.

- ¿Qué?

Rodó los ojos.

- Ya sabes a que me refiero.

- No, no lo se, no entiendo - respondí, ella me miro empezando a desesperarse.

- No hay nada que entender - dijo tomando un poco de su agua para evitar mirarme - Es así de simple. Tu padre llamo.

- ¿¿…?? - se que tenía la boca abierta para decir algo pero no salían palabras.

- Rose, ya deja de mirarme así, me pones nerviosa.

- No entiendo nada, me invitas a comer de la nada cuando jamás lo habías hecho diciéndome que es lo mas normal del mundo, que no hay nada oculto con eso.

Sorprendentemente no estaba enojada, no del todo mas bien extrañada, pues después de 18 años era la primera vez que oía a mi madre mencionar algo acerca de mi supuesto papá.

- Y de repente solo dices: “tu padre llamo” - continué.

- Bueno, obviamente no era algo que te podía decir por teléfono - se defendió mi madre quien aún seguía evitando mirarme cada vez que hablaba.

- No lo se, ¿por qué es esto tan importante que no lo puedes decir por teléfono? - dije ahora si un poco molesta.

- Sabes porque, y no voy a discutir contigo ahora - dijo mirando su reloj, suspiro - Como te había dicho tu padre me llamo.

- Aja - la mire.

Tomo aire y continuo.

- Al parecer ahora que ya eres mayor de edad él tiene está absurda idea de que ya eres toda una joven confiable y responsable - rodó los ojos - Así que ha decidido, a pesar de mis protestas, que es tiempo de darte el fideicomiso que abrió el día que naciste.

Trate de ignorar “la absurda idea” para enfocarme a lo del fideicomiso e iba a decir algo cuando mi madre continuo.

- Si absurda idea - dijo ahora si mirándome - Tu padre siempre ha estado al pendiente de tu vida y todo lo que haces, aunque te cueste creerlo, cuando naciste los dos acordamos que lo mejor sería que él se mantuviera apartado de ti, eras solo una bebe y los negocios de Ibrahim son algo… arriesgados.

- Regreso a discutir lo de la absurda idea en un rato, pero, ¿qué quieres decir con arriesgados? lo haces sonar como si fuera un mafioso.

- No seas ridícula, tu padre es un hombre de negocios, él conoce y hace favores para muchas personas, esa es la razón por la que sea un hombre tan influyente para no ser de la realeza.

- ¿Qué? - la mire confundida - ¿Qué clase de negocios?

- No vine a discutir eso contigo, como ya te mencione tu padre siempre ha estado informado acerca de tu vida, sabe mucho más de lo que crees, es por eso que me sorprendió cuando te llamo responsable - cruce los brazos y arrugue la frente - Al parecer Ibrahim cree que al ser tu una de las mejores en tu clase….

- La mejor - interrumpí, me miro enojada y me encogí de hombros - Es cierto.

- La mejor de tu clase - corrigió, sonreí y ella rodó los ojos de nuevo - Eso te hace ser merecedora del fideicomiso, además de que quiere venir en unos meses a verte en tu prueba final el día de tu graduación, obviamente tu padre no recuerda como secuestraste a la princesa, te metes en problemas cada que puedes, desobedeces toda autoridad que te….

- Oye, ya no soy así - me queje - Y yo NO secuestre a Lissa, yo solamente la salve. No se que tengo que hacer, que acaso todo el mundo va a usar eso en mi contra, sin importar que la salve de un psicópata que trataba de. . .

- Rose basta, tengo que irme dentro de poco y no tengo tiempo para esto - dijo volviendo a mirar su reloj - No se que planes tenga tu padre, pero solo quería que estuvieras al tanto por si un día un extraño se presenta a tu puerta con cierta cantidad de dinero… tu padre puede llegar a ser algo… ¿excéntrico?

- ¿Mmm?

- No se cuales planes tenga, pude llegar un día de la nada y buscarte o puede que jamás lo conozcas - suspiro y después se puso de pie - Como sea me alegro de haberte visto, voy a pagar la cuenta y después me iré.

Me puse de pie también y la seguí, no sabía que haría con toda está información, tenía tanto que preguntarle, ¿qué diablos significaba eso de puede que un día se aparezca o puede que no lo conozca nunca? ¿entonces por que demonios me dijo acerca de él?

Después de pagar la cuenta se giro hacía mi y me abrazo.

- Nos vemos luego Rose - se separo de mi y me quito un mechón de cabello que estaba en mi cara - Pórtate bien y no te metas en problemas.

La mire salir del restaurante y vi como se iba hacía donde la estaba esperando un auto, pero antes de que llegara corrí hacía ella para detenerla.

- Nunca me dijiste nada del fideicomiso, ¿soy rica?

Rodó los ojos, otra vez.

- Rose, me están esperando llegaremos tarde al aeropuerto, harás que perdamos el vuelo - dijo y siguió caminando - Después hablamos más acerca de esto, lo prometo.

La mire subirse al auto, y e irse. Di media vuelta y entre al centro comercial. Busque mi celular pero no lo encontré, ¿cómo diablos le haría ahora para localizar a Dimitri? Ok, ¿si yo fuera un Dios Ruso, donde diablos estaría? Lo bueno era que ademas de sexy, Dimitri era bastante alto y podría localizarlo rápidamente, lo malo es que no sabía donde estaba.

Comencé a caminar por el centro comercial, había mucha gente, familias y adolescentes que iban con sus amigas a pasear, suspire, si yo fuera normal me encantaría venir a pasear con Lissa, pero por desgracia no podía, jamás podría ser normal si lo que quería era ser su guardiana, de lo que ahora tenía ciertas dudas.

Y es que, ¿qué clase de guardiana soy si ni siquiera puedo ayudar a mi mejor amiga ahora que tiene problemas con el alcohol? De verdad estaba preocupada por ella, pero por lo visto ella no quería mi ayuda, y yo no soportaba volver a tener otra discusión con ella, pues cuando se comportaba de esa forma era insoportable, por mucho que la quisiera.

Después de mucho divagar por el centro comercial por fin encontré a Dimitri y claro porque no, solo él de todas la tiendas que había podía estar en está.

- No se como puedes estar aquí camarada - dije, él salto al escuchar mi voz, pues está era de las contadas veces que lo sorprendía - Sabes que hay mejores tiendas que está.

- ¿Qué tiene de malo esta? - dijo ignorándome y viendo uno de los estantes.

- Que es aburrida - tome su mano y tire de él para sacarlo de la tienda, pero se resistió - No hay nada interesante aquí, solo puros libros.

- Por eso se llama librería - respondió sonriendo, mientras seguía mirando las contraportadas de unos que tenía en su mano - Ademas muchos libros son interesantes Roza, porque no buscas alguno que te guste.

- Claro camarada, quiero una de esas novelas del viejo oeste que tienes en la mano.

- Bien - dijo pasándome una, rodé los ojos pero no me vio.

- Se llama sarcasmo - dije.

Lo tome de nuevo de la mano para sacarlo de ahí, pero en vez de salir de la tienda me arrastro hasta la caja para pagar sus libros.

- Vaya, hasta que por fin - dije cuando ya habíamos salido de la tienda de libros - Te tardaste como tres horas.

- No me tarde tres horas, fueron apenas unos 5 minutos - dijo mientras me tomaba de la cintura y besaba mi frente.

Íbamos caminando viendo algunas de las tiendas Dimitri aún tenía una de sus manos en mi cintura. Yo estaba feliz, aunque solo fuera por unos pocos momentos, no tendríamos que ocultarnos.

- ¿A dónde vamos camarada?

- Bueno, pensaba en ir al área de comidas por algo. . .

- Bien vamos muero de hambre - dije tirando de él para ir mas rápido.

- ¿No acabas de comer? - pregunto caminado en dirección a la comida, yo solo sonreí.

Cuando llegamos por fin al área de comidas, Dimitri fue a comprarse un sándwich de “Subway” y yo me fui a buscar mi postre, lo cierto era que tanta comida junta me daba hambre, pero me resistí yendo a uno de los locales a pedir un brownie con nieve de vainilla arriba. Busque una de la mesas que estaban disponibles y espere a que Dimitri me encontrara.

- Tu comida es aburrida - le dije cuando se sentó frente a mi.

Levanto una de sus cejas y me miro, después sacudió la cabeza y rió, sonreí mientras me comía un poco de mi nieve.

- Creí que habías comido algo cuando estuviste con Janine

- Lo hice, una hamburguesa y una malteada - levante mi plato - Esto es el postre.

- No deberías comer tanta azúcar - sonrío - Te acelera.

- Eso fue lo que dijo mi madre - dije arrugando la frente.

Dimitri lo noto y pregunto preocupado:

- No te fue bien con ella.

- Estuvo bien - dije lentamente - Jamás había tenido una comida así con ella, me refiero a lo de comer en un restaurante como si fuéramos normales.

- Me alegra que te la pasaras bien, estaba preocupado por ustedes.

- Mmm. . .La comida estuvo bien, lo extraño fue la conversación.

Me miro curioso y le conté de lo que habíamos hablado, de mi supuesto padre, mi responsabilidad, el fideicomiso y lo extraño que era que después de 18 años apenas lo mencionara.

- No es que no supiera nada de él, digo se que es de algún lugar de Turquía y que su nombre es Ibrahim no solo porque mi madre lo menciono varias veces, si no que una vez la reina me lo dijo - continué diciéndole - Pero lo mas extraño de todo es que lo hizo sonar como si fuera un mafioso.

- No creo que tu padre sea un mafioso Rose - dijo riendo.

- No lo sabes.

Después de eso no volvimos a mencionar nada más acerca de mi extraña conversación con mi madre, y platicamos de diferentes temas, mientras ambos comíamos.

- ¿Qué se supone que vamos a hacer ahora camarada? - pregunte cuando ya habíamos terminado - ¿Vamos a regresar a la corte?

No quería irme acabábamos de llegar y me la estaba pasando bien con Dimitri yo quería pasar más tiempo con él, sin mencionar que en la corte me esperaba Lissa y francamente no estaba de humor para tener otra discusión con ella, o sacarla de su borrachera.

- No lo se Roza, podemos hacer lo que quieras, aún faltan dos días para que vuelvan empezar las clases. ¿Quieres que regresemos a la corte?

- Mmm, no lo se.

- Creí que querrías pasar tiempo con Lissa - hice una mueca - ¿Está todo bien entre ustedes?

- Lissa está. . . rara.

- ¿Rara? - pregunto un poco incrédulo.

- Si, tu viste lo que paso con Celeste, como Lissa estaba demasiado tomada - dije y él asintió inseguro de hacía donde se dirigía mi conversación - Últimamente ha estado así, se la vive con Avery todo el tiempo, y no hacen más que tomar alcohol.

Levanto una ceja y me miro.

- ¡No estoy celosa! - grite.

- Nunca dije eso.

- Pues lo pensante - lo acuse - No lo estoy. . . creo.

Me sorprendí, era la primera vez que casi admitía estar celosa de Avery en voz alta, pero la realidad es que no estaba segura de si estaba preocupada por Lissa o solo celosa de que ella se la pasara bien con alguien más que no fuera yo.

- No lo estoy, Lissa es mi mejor amiga pero eso no significa que no quiero que ella no tenga más amigas y este todo el tiempo conmigo. Es solo que precisamente con Avery. . . - suspire - De verdad estoy preocupada por ella.

- Lo se Roza - dijo acariciando mi mejilla - Porque no tratas de hablar con ella. . .

Negué la cabeza.

- No puedo, cada que lo intento me acusa de haber cambiado, de ser aburrida y no querer divertirme por tratar de parecer responsable - dije enojada - Y no solo ella, Adrian también. Además de que no se que diablos pasa con la conexión.

- ¿A qué te refieres? - pregunto preocupado.

- Bueno, pues en las ultimas veces que he ido a “visitar” a Lissa algo me bloquea y me saca de su cabeza.

- ¿Segura que no es Lissa quien te bloquea? - negué la cabeza.

- No es ella, es como siempre ella no sabe cuando estoy en su cabeza, y no hay manera de que ella me pueda bloquear cuando está tan concentrada tomando, no se como explicarlo pero se que es otra cosa.

- ¿Y la oscuridad? - pregunto preocupado.

- No lo se, no creo. Es como si últimamente no sintiera a Lissa, quiero decir se que está ahí pero no puedo sentir sus emociones tan bien como antes, y quien sabe tal vez sea el efecto que el alcohol tiene en ella, pero por alguna razón a mi no me afecta.

Nos quedamos sumidos en nuestros pensamientos y después de un cómodo silencio Dimitri dijo:

- Bueno pues la corte solo está a hora y media de aquí, si tu quieres podemos quedarnos un rato en la ciudad. . .

- ¡Vamos al cine! - grite emocionada poniéndome de pie - Muero por unas palomitas.

Y por ser normal y alegarme del drama, pensé. Estando aquí con Dimitri no tenía que ocultarme de nada, nadie nos conocía y podíamos estar juntos y él siempre se las arreglaba para hacerme olvidar mis problemas.

- ¿Palomitas? - pregunto riendo mientras me abrazaba - Pero si acabas de comer.

Me encogí de hombros y alce mi cabeza para besarlo.

3 comentarios:

  1. A este ritmo, Rose va a rodar de gorda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ella hace mucho ejercicio no creo que eso pase, y además con tanto entrenamiento y lo que no es entrenamiento... por parte de ♡Dimitri♡ se va a quedar en los huesos

      Eliminar
  2. Anónimo22:13

    Me gusta mucho tu blog y de verdad quisiera que subieras más historias relacionadas, la historia de amor entre Dimitri y Rosemarie. Pero sería super llamativo que continuaras la historia de amor de ellos dos con el final relacionado en los libros reales.

    ResponderEliminar

¡Gracias por sus comentarios!