- Aun no has logrado nada - me pregunto Cristian como por doceava vez, se veía tan desesperado como yo.
- Nada, sigo sin poder verla o sentirla si quiera - dije frustrada mientras sentía como las lagrimas comenzaban a salir de nuevo.
Llevábamos ya casi un día completo tratando de localizar a Lissa y Dimitri mediante nuestra conexión. Estábamos sentados en el piso, en medio de la habitación de Adrián, aun era de día, había una hermosa luna llena que en otras circunstancias hubiera sido perfecta.
- Tal vez está inconsciente, y es por eso que no puedes sentirla, y yo no puedo llegar a sus sueños - me dijo Adrián tratando de tranquilizarnos.
- Tal vez - murmure - Entonces tal vez deberías de intentar ahora con Dimitri, intenta llegar a sus sueños.
- Está bien - me dijo no muy feliz por comunicarse con Dimitri en vez de Lissa, pero sacudió la cabeza y puso los ojos en blanco.
- Crees que este bien - me pregunto Cristian nervioso - Ya sabes que este inconsciente y esa sea la razón por la que no puedas sentirla, en vez de ya sabes que ella este mue….
- Claro que está bien Cristian, no digas tonterías - lo interrumpí frustrada para que se callara, no quería pensar en la estupidez que había estado por decir - Ademas si ella estuviera …
Ni si quiera pude decir las palabras, era algo que simplemente no podía pasar.
- Sabes yo lo hubiera sentido, y no he sentido nada. Así que ella está bien, ademas Dimitri está con ella, él la va a salvar.
- Si tienes razón, lo siento es solo que toda está situación me tiene demasiado nervioso, odio que aún no sepamos nada.
- Lo se yo también estoy igual.
Nos quedamos callados por unos momentos, cada uno sumidos en nuestro pensamientos hasta que Adrián “regreso.”
- Y bien pudiste hablar con Belikov - pregunto Cristian desesperado por oír algo acerca de ellos.
- Lo siento, no pude averiguar mucho, debió de estar despierto por unos instantes ya que tarde en llegar a él, cuando lo logre no pude sacarle mucha información, me dijo que Lissa está bien, aunque algo débil y aún inconsciente. También que hay por lo menos 7 Moroi y 5 Dhampirs. Y que se encontraban en una especie de cuevas. Pero aún no sabia muy bien donde porque estaba realmente oscuro, fue todo lo que pudo decir antes de que volviera a despertar.
- ¿Y él, estaba bien? - le pregunte en un susurro, sin dejar de imaginarme lo peor.
- Él estaba algo golpeado, tenía muchos moretones y estaba cubierto de sangre - dijo con una leve sonrisa - descuida no creo que haya sido suya, es un dhampir y es de los mejores, va a estar bien.
- Gracias Adrián - le dije respondiéndole la sonrisa.
Cristian solo nos miro, al contrario de Adrián, él no sabia nada de mi relación con Dimitri, y dudo que sospechara, claro hasta ahora.
- Trata de dormir un poco pequeña dhampir, tal vez eso ayude y si ocurre algo te lo diré en seguida.
- Está bien - me levante - Nos vemos en unas horas - dije y salí de su habitación.
Me dirigí a mi habitación, en unas cuantas horas cuando anocheciera y saliera el sol un grupo de guardianes iría a examinar el terreno en busca de alguna pista de hacia donde se habían dirigido.
Llegue a mi cuarto y me aventé en la cama, estaba tan frustrada por seguir aun sin tener noticias de ellos, quería ver a Lissa y abrasarla, quería tanto volver a besar a Dimitri… No me di cuenta que ahora estaba llorando, de nuevo, y así seguí llorando hasta que me quede dormida.
Desperté a los pocos minutos, o al menos eso fue lo que me pareció, la luz del sol se reflejaba en mi cara. Sol, eso quería decir que ya era de noche para nosotros. Mire mi reloj, 9:47, me pare y salí corriendo hacia donde los guardianes se encontrarían, con suerte aun podía alcanzarlos e ir con ellos.
Cuando llegue solo había unos cuantos, al parecer supervisando que todo saliera bien.
- Rose, que haces aquí, deberías de estar descansando - dijo Alberta cuando me vio llegar.
- No puedo - le dije, ella solo me miro, me dio una leve sonrisa y asintió - El primer grupo ya salio, nosotros nos iremos dentro de poco.
- Ok
Espere a que el segundo grupo se pusiera de acuerdo para poder salir, estaba desesperada, deseaba poder encontrarlos, no tenía ni idea de donde podían estar y aun seguía sin sentir las emociones de Lissa.
- Es hora de irnos - dijo Alberta.
El grupo comenzó a adentrarse en el bosque, yo iba al final de ellos, apenas había pisado fuera de las salas cuando me invadió un dolor de cabeza.
Todo se volvió negro y el dolor era terrible, peor que cuando iba en el avión, y entonces los volví a ver. Entre ellos vi a Mason, aun se veía triste, pero no podía enfocarme en él, ya que los otros fantasmas me jalaban queriendo que fuera con ellos.
Estaba muy asustada, no quería irme con ellos, sentí gruesas lagrimas corriendo en mis mejillas, la oscuridad no me dejaba y el dolor era insoportable. Mason estaba diciendo algo que no alcance a oír, en ese momento perdí el conocimiento.
- Nada, sigo sin poder verla o sentirla si quiera - dije frustrada mientras sentía como las lagrimas comenzaban a salir de nuevo.
Llevábamos ya casi un día completo tratando de localizar a Lissa y Dimitri mediante nuestra conexión. Estábamos sentados en el piso, en medio de la habitación de Adrián, aun era de día, había una hermosa luna llena que en otras circunstancias hubiera sido perfecta.
- Tal vez está inconsciente, y es por eso que no puedes sentirla, y yo no puedo llegar a sus sueños - me dijo Adrián tratando de tranquilizarnos.
- Tal vez - murmure - Entonces tal vez deberías de intentar ahora con Dimitri, intenta llegar a sus sueños.
- Está bien - me dijo no muy feliz por comunicarse con Dimitri en vez de Lissa, pero sacudió la cabeza y puso los ojos en blanco.
- Crees que este bien - me pregunto Cristian nervioso - Ya sabes que este inconsciente y esa sea la razón por la que no puedas sentirla, en vez de ya sabes que ella este mue….
- Claro que está bien Cristian, no digas tonterías - lo interrumpí frustrada para que se callara, no quería pensar en la estupidez que había estado por decir - Ademas si ella estuviera …
Ni si quiera pude decir las palabras, era algo que simplemente no podía pasar.
- Sabes yo lo hubiera sentido, y no he sentido nada. Así que ella está bien, ademas Dimitri está con ella, él la va a salvar.
- Si tienes razón, lo siento es solo que toda está situación me tiene demasiado nervioso, odio que aún no sepamos nada.
- Lo se yo también estoy igual.
Nos quedamos callados por unos momentos, cada uno sumidos en nuestro pensamientos hasta que Adrián “regreso.”
- Y bien pudiste hablar con Belikov - pregunto Cristian desesperado por oír algo acerca de ellos.
- Lo siento, no pude averiguar mucho, debió de estar despierto por unos instantes ya que tarde en llegar a él, cuando lo logre no pude sacarle mucha información, me dijo que Lissa está bien, aunque algo débil y aún inconsciente. También que hay por lo menos 7 Moroi y 5 Dhampirs. Y que se encontraban en una especie de cuevas. Pero aún no sabia muy bien donde porque estaba realmente oscuro, fue todo lo que pudo decir antes de que volviera a despertar.
- ¿Y él, estaba bien? - le pregunte en un susurro, sin dejar de imaginarme lo peor.
- Él estaba algo golpeado, tenía muchos moretones y estaba cubierto de sangre - dijo con una leve sonrisa - descuida no creo que haya sido suya, es un dhampir y es de los mejores, va a estar bien.
- Gracias Adrián - le dije respondiéndole la sonrisa.
Cristian solo nos miro, al contrario de Adrián, él no sabia nada de mi relación con Dimitri, y dudo que sospechara, claro hasta ahora.
- Trata de dormir un poco pequeña dhampir, tal vez eso ayude y si ocurre algo te lo diré en seguida.
- Está bien - me levante - Nos vemos en unas horas - dije y salí de su habitación.
Me dirigí a mi habitación, en unas cuantas horas cuando anocheciera y saliera el sol un grupo de guardianes iría a examinar el terreno en busca de alguna pista de hacia donde se habían dirigido.
Llegue a mi cuarto y me aventé en la cama, estaba tan frustrada por seguir aun sin tener noticias de ellos, quería ver a Lissa y abrasarla, quería tanto volver a besar a Dimitri… No me di cuenta que ahora estaba llorando, de nuevo, y así seguí llorando hasta que me quede dormida.
Desperté a los pocos minutos, o al menos eso fue lo que me pareció, la luz del sol se reflejaba en mi cara. Sol, eso quería decir que ya era de noche para nosotros. Mire mi reloj, 9:47, me pare y salí corriendo hacia donde los guardianes se encontrarían, con suerte aun podía alcanzarlos e ir con ellos.
Cuando llegue solo había unos cuantos, al parecer supervisando que todo saliera bien.
- Rose, que haces aquí, deberías de estar descansando - dijo Alberta cuando me vio llegar.
- No puedo - le dije, ella solo me miro, me dio una leve sonrisa y asintió - El primer grupo ya salio, nosotros nos iremos dentro de poco.
- Ok
Espere a que el segundo grupo se pusiera de acuerdo para poder salir, estaba desesperada, deseaba poder encontrarlos, no tenía ni idea de donde podían estar y aun seguía sin sentir las emociones de Lissa.
- Es hora de irnos - dijo Alberta.
El grupo comenzó a adentrarse en el bosque, yo iba al final de ellos, apenas había pisado fuera de las salas cuando me invadió un dolor de cabeza.
Todo se volvió negro y el dolor era terrible, peor que cuando iba en el avión, y entonces los volví a ver. Entre ellos vi a Mason, aun se veía triste, pero no podía enfocarme en él, ya que los otros fantasmas me jalaban queriendo que fuera con ellos.
Estaba muy asustada, no quería irme con ellos, sentí gruesas lagrimas corriendo en mis mejillas, la oscuridad no me dejaba y el dolor era insoportable. Mason estaba diciendo algo que no alcance a oír, en ese momento perdí el conocimiento.
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