Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

miércoles

CdHS - Capítulo 12


Lissa tenía razón, el centro comercial contaba con mucha seguridad dhampir.

Había una comunidad Moroi no muy lejos de aquí, y era por eso que el centro comercial se había hecho especialmente para Morois. No estaba completamente lleno, y los pocos humanos que se veían ya se estaban yendo, supongo que para ellos ya era muy tarde y tenían que dormir.

Avery y Lissa se adelantaron para comprar las entras al cine, con Dimitri y Simon siguiéndolas, pues ellos eran sus guardianes, Adrian no tenía guardián oficial, así que Alberta era el suyo por ahora, y Arturo el de Reed, al cual yo trataba de evitar lo más posible.

Christian no tenía guardián, no es como si necesitara uno, después de cómo nos ayudo en el ataque de la academia lo había demostrado, pero aun así , Eddie y Nina lo acompañaron para que no estuviera solo. Yo debería de haber ido con Lissa y Dimitri, pero no me preocupe mucho pues había mucha seguridad, ademas Reed estaba con Avery la cual estaba con Lissa.

Me fui a sentar a una de las bancas, ni siquiera me moleste en preguntar que película íbamos a ver, Adrian se acerco.

- Pequeña dhampir ¿estás bien? - dijo sentándose a mi lado - Es tu cumpleaños no deberías de estar celebrando.

- No estoy de mucho humor para celebrar ahora - le dije mientras miraba los aparadores frente a mi.

Nos quedamos ahí callados durante un tiempo, hasta que Adrian hablo.

- Así que, tu y Belikov están juntos.

Me gire de inmediato y lo mire con los ojos abiertos, después mire hacía Alberta, ella seguía vigilando a Adrian, pero no estaba muy cerca como para poder oírnos, o eso esperaba.

- No tienes que actuar tan sorprendida pequeña dhampir - dijo evitando mis ojos - Cuando te felicite por tu cumpleaños vi como su aura se volvía verde, lo cual significa celos.

Recordé como Adrian se había reído al momento de abrazarme, esa debía de haber sido la razón. Dimitri se había puesto celoso de él.

- También vi como cuando lo mirabas en tu aura solo había rosa y rojo. Significa amor.

Volví a mirar a Alberta, seguía en el mismo lugar, solo esperaba que no lograra escuchar nada. Después regrese mi mirada a los aparadores. Deseaba poder decirle a alguien de mi relación con Dimitri, pero todavía no podía decírselo a Lissa y menos a alguna otra persona de la academia, pero Adrian siempre lo había sabido, y nunca se lo había dicho a nadie, talvez yo podría confiar en él. Me gire para poder verlo, justo cuando una mano se abalanzo sobre él haciendo que se parara.

- Vamos Ivashkov - dijo Avery tirando de su mano - Tenemos algo de tiempo antes de que la película empiece.

- ¿A dónde me llevas? - le pregunto Adrian siguiéndola.

- A las tiendas - le respondió como si fuera lo mas lógico del mundo.



No supe exactamente cuanto tiempo teníamos, pero ya había pasado cerca de una hora y media, y Avery iba de tienda en tienda mirando las ofertas y comprando cosas. Algunas veces se giraba hacía Reed y lo hacía ir a probarse algunas camisas, lo mas extraño era que él le hacía caso, por su actitud no creia que hubiera alguien a quien él escuchara.

Eso no era todo, también escogía ropa para Lissa y Adrian alegando que era lo que ella o Reed usarian si vivieran en la corte. De vez en cuando Lissa se giraba hacía mi y me mostraba algún vestido o camisa para pedir mi aprobación, yo solo asentía y le daba una sonrisa.

Ellos eran los únicos que se la estaban pasando bien, más especifico Lissa y Avery, pues en realidad Reed tenía su cara hosca y su actitud seguía igual, pensé que en algún momento golpearía a Avery para que lo dejara en paz pero eso nunca sucedió. Por su parte Adrian se veía algo aburrido como si le hiciera falta un vaso de vodka.

En cuanto a todos los demás, estábamos hartos de seguirlos de tienda en tienda, claro que los guardianes nunca se quejaron, aunque Simon tenía la misma actitud de Reed de querer golpear a Avery en cualquier momento, lo cual me sorprendió mucho, él era su guardián.

Christian iba siguiendo a Lissa de un lado a otro diciendo que todo se le veía perfecto, que pagara ya para poder irnos, Eddie seguía a Christian como si fuera su guardián y aunque en un principio Nina también lo había hecho ahora solo se quedaba atrás del grupo junto a mi.

Una que otra vez mirábamos algo lindo y hablábamos de lo grandioso que seria comprarlo, pero claro ambas carecíamos de dinero, la mayoría de mi ropa la había comprado Lissa y se que si se lo hubiera pedido me habría comprado lo que yo quisiera, pero no quería que siguiera gastando en mi después del regalo que me había dado. Ademas no quería emocionarla para que al igual que Avery comenzara a agarrar ropa para mi, seguro tardaríamos mucho más y nunca saldríamos.

Después de que miraran literalmente en todas las tiendas de ropa, siguieron por las de zapatos, gracias a dios que no había muchas. Mire mi reloj mientras se probaban unos tacones. De la nada recordé haber visto una barata en la tienda de electrodomésticos y mi despertador roto, si así de aburrida estaba para haber recordado a mi despertador, le dije a Nina que iba a ir a comprar uno y ella me acompaño, seguida de Christian y Eddie que vieron una oportunidad para escaparse de ahí.

Vi un despertador a mitad de precio y Eddie se ofreció a comprármelo como regalo de cumpleaños, también bromeo acerca de cuando me despierte por las mañanas pensare en él y querría matarlo por habérmelo regalado, lo cual nos hizo reír cosa que sentí que no habíamos hecho en años. Salimos de la tienda y ya nos estaban esperando para que los siguiéramos. Llegamos al área de comida y aunque ya había olvidado mi hambre el ver tanta comida junta y olerla hizo que recordara que no había desayunado.

- Y bien, ¿qué quieren comer? - pregunto Lissa.

- No es que me queje por la comida - le dijo Christian - Pero, ¿no íbamos a ir al cine?

- Íbamos - dijo Avery tirando de Adrian y yéndose hacia la comida china. Seguida de Reed, Simon, Alberta y Arturo.

- ¿Íbamos? - volvió a preguntarle Christian a Lissa y todos la miramos.

- Solo teníamos unos 15 minutos y Avery decidio ir a ver tiendas para matar el tiempo - después rió - Supongo que estábamos tan divertidas probándonos y comprando ropa que no notamos que ya se nos había hecho tarde, cuando nos dimos cuenta decidimos seguir comprando.

Se encogió de hombros.

- Probablemente la película ya se ha terminado y Kirova no nos dio mucho tiempo, en cuanto acabemos de comer regresaremos a la academia - dijo yendo hacía donde Avery se encontraba, con Dimitri tras de ella.

Todos nos quedamos viendo incrédulos al lugar donde Lissa había estado, no lo podíamos creer, sabían que habíamos perdido la película y siguieron comprando sin molestarse en decírnoslo, sentí como un poco de oscuridad se empezaba a acumular, trate de ignorarla.

- Bien - dijo Eddie - Lo bueno es que ya casi nos iremos.

Nina asintió con una sonrisa y Christian y yo lo miramos con cara de pocos amigos, él solo se encogió de hombros y sugirió ir por una pizza.

Pedimos una extra grande para los 4, lo único bueno era que Christian era Moroi y no necesitaba comer mas que una rebanada o dos para llenarse, Eddie no tenía tanta hambre puesto que se había acabado mis brownies en el camino, solo quedábamos Nina y yo con casi toda una pizza. Y por alguna extraña razón las mujeres dhampir comían más que los hombres o eso pensé pues Nina comía igual que yo.

Después de comer por fin íbamos de regreso a la academia, hice una pequeña trampa y coloque todas las bolsas en la camioneta y no hubo mucho espacio para mi, y antes de que sugirieran pasar algo al carro, les dije a Alberta y a Arturo que yo me ira con ellos.

- Espero que no te la hayas pasado tan mal en tu cumpleaños - dijo Arturo mirándome por el retrovisor. Él era quien venia manejando. Sonreí.

- Descuida, al final no estuvo tan mal.

Era cierto, en la comida me la había pasado muy bien, Christian bromeo diciendo que planeaba hacer un grupo de Morois y enseñarlos a defenderse con magia como él lo hizo en el ataque. Después Eddie dijo que lo enseñaría a pelear y comenzamos a planear nuestro pequeño grupo ilícito. Porque si alguien llegaba a enterarse estaríamos en problemas.

- Me alegra, aunque para serte sincero me hubiera gustado ir al cine, no lo he hecho desde que era un niño - dijo Arturo.

Alberta rió.

- Bueno yo en realidad nunca he ido al cine - confeso - Pero he escuchado que las palomitas son muy buenas.

Ambos la miramos sorprendidos y los tres reímos. Comenzamos a platicar de nuestras idas al cine, las películas que habíamos visto y describiéndole a Alberta el sabor de las palomitas.

El viaje de regreso tampoco estuvo mal, me alegraba tanto de no haberme ido en la camioneta, Arturo era muy divertido, y nunca creí platicar con Alberta acerca de algo que no tuviera que ver con la academia.

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