Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

sábado

CdHS - Capítulo 17


Nos dirigíamos al área de los más pequeños, no podíamos regresar a nuestra parte del campus ya que se suponía estábamos en clases, así que íbamos a esperar hasta el almuerzo para volver.

Christian y yo no habíamos hablado, no es que muriera de ganas de hacerlo, me sentía extraña por haber bloqueado a Lissa, no funcionaba tan bien como pesaba, ya no sentía la oscuridad en vez de eso ahora me dolía la cabeza por el esfuerzo, o eso creía Nos sentamos en una de las bancas del patio en silencio mientras procesaba todo lo que acababa de ocurrir, no podía creer que realmente Lissa y yo hubiéramos peleado. Que ella me hubiera gritado de esa forma, pues ella nunca gritaba, por lo general siempre era tranquila, algo le estaba ocurriendo tal vez era otro efecto de la oscuridad o del espíritu.

Haber bloqueado a Lissa me ayudo a calmarme, la oscuridad no me afectaba y no me sentía ya tan enojada con ella. Analice todas las cosas que me había dicho, tal vez ella tenía razón. Yo ya no era como antes había cambiado y mucho, ya no me dejaba llevar por las fiestas, tampoco actuaba como antes, ahora pensaba mas las cosas y era un poco mas responsable al hacerlas porque ahora consideraba las consecuencias.

Lissa tenía razón yo cambie y mucho, antes creía que era un cambio bueno, después de lo que paso con Mason me volví mas cociente de mis actos, quería ser su guardiana y protegerla. Pero lo que me dijo me hacía dudar de mi cambio, tal vez el estar tan concentrada en ser guardiana me habían hecho descuidar a Lissa, pero ella tenía a Christian y por lo general se la pasaba haciendo encargos para la reina, nunca pensé el estar haciéndole daño. Tal vez debería de regresar a la Rose antigua y así Lissa no me consideraría aburrida si tan solo. . .

- ¿Rose, Rose Hathaway?

Una voz interrumpió mis pensamientos, Christian salto a mi lado sorprendido, me había olvidado por completo de él. Me gire para ver quien gritaba tan emocionada mi nombre. Pude ver a una pequeña Moroi corriendo alegremente hacía mi dirección.

- Rose. Hola, me recuerdas - ni siquiera me dio tiempo de contestarle - Soy yo, Jill, Jill Mastrano, nos conocimos hace poco, cuando estabas con el guardián Belikov moviendo unas cajas. Wow, no puedo creer que ya tengas la marca de batalla, eres realmente increíble sabes, tienes ya 2 tatuajes molinjas y una marca de batalla y ni siquiera te has graduado, ¿qué se siente?, ¿realmente duelen mucho los tatuajes?, ¿cuándo te pusieron el de batalla?, ¿puedo verlo?, ¿a quién más se lo pusieron?, ¿también. . .

- Eh Jill tranquila, respira un poco quieres - le dije sonriendo, al parecer siempre que estaba nerviosa se ponía a divagar. Aún se sentía extraño que alguien me admirara - Mira Jill déjame presentarte a Christian Ozera - me volví hacía Christian y lo señale - Ella es Jill - dije señalándola ahora a ella.

Jill abrió la boca sorprendida todavía más, y al igual que la vez que conoció a Dimitri se callo y no dijo nada, solo que está vez no salio corriendo solo lo miro con sus enormes ojos verdes abriéndose más. Christian frunció el ceño, al igual que la primera vez que conocí a Jill a él se le hacía extraña.

- ¿Eres Christian Ozera? - dijo Jill analizándolo fijamente poniéndose colorada, me miro y volvió a mirarlo - Ayudaste a Rose en el ataque ¿verdad? Tú usaste magia para defenderte y atacaste a los Strigoi.

Christian asintió mirándola extraño, pero claramente se veía divertido, reí un poco, Jill podía ser extraña pero me hizo olvidar en lo que había estado pensando y mi pelea con Lissa.

- ¿Crees que puedas enseñarme a pelear? ¿ya sabes hacer lo mismo que tú hiciste cuando atacaste a los Strigoi? - pregunto ansiosa.

La mire sorprendida, había olvidado que ella me había pedido lo mismo y recordé haberle hablado de Christian, nunca creí que realmente seria capaz de preguntarle, aunque ya había confesado haber preguntado a sus maestros también.

- ¿Quieres que te enseñe a pelear? - pregunto Christian sorprendido.

- Si, bueno no exactamente a pelear como Rose lo hace, mas bien a defenderme con magia. Como tú lo hiciste en el ataque.

- Enserio te gustaría - Christian volvió a preguntar.

Al parecer si que estaba sorprendido de que lo hubiera hecho, y es que aparte de Lissa, Adrian, Eddie, Nina y yo nadie se le acercaba debido a su fama, o mas bien la fama de sus padres, la gente no confiaba realmente en él, creían que seguiría los pasos de sus padres y se convertiría en Strigoi. Aunque ahora yo sabía que eso no era cierto.

- Si lo digo en serio, me encantaría poder defenderme, ser capas de haber participado en las batallas o por lo menos ya no tener tanto miedo de los Strigoi - explico Jill esperanzada porque Christian la ayudara - Aunque claro yo no soy usuaria del fuego como tú, mi elemento es agua.

- ¿Qué edad tienes? - pregunto Christian analizándola detenidamente.

- Tengo 14, estoy en noveno - dijo orgullosa - Entonces me enseñarías a defenderme con magia.

- Bueno. . . - dijo Christian sin saber que decir.

El entusiasmo de Jill era contagioso, nosotros ya habíamos hablado de esto una vez, de entrenar Moroi para defenderse, pero todo había sido una especie de broma, nunca llegamos a considerarlo realmente, o al menos no de mi parte.

- Por favor - pidió Jill suplicando con sus enormes ojos.

- Supongo que podré intentarlo aunque realmente nunca he dado clases ni nada por el estilo.

Jill grito emocionada y dio unos brinquitos aplaudiendo.

- Gracias, muchas gracias eso es grandioso, no puedo esperar a decírselo a Jane - dijo y salio corriendo.

- Bueno eso fue extraño - dijo Christian mirando el espacio vació.

- Ella realmente es extraña, pero inofensiva. Ademas es agradable. Y supongo que tu sueño de entrenar un ejercito Moroi se puede hacer realidad.

- Si bueno, si la vuelvo a ver, ella ni siquiera pregunto cuando podíamos practicar solo se fue feliz - dijo encogiéndose de hombros como si no importara aunque claramente se veía esperanzado - Ademas ella dijo que su elemento es el agua y yo no se nada sobre eso, mi especialidad es el fuego.

- De todos modos deberías intentarlo, podría ser divertido.

Continuamos hablando de los beneficios de comenzar a entrenar Morois, mientras nos dirigíamos a la cafetería. No mencionamos a Lissa, aunque yo ya no estaba enojada con ella. Decidí que hablaría con ella y le pediría una disculpa. No seguí bloqueándola aunque tampoco me fundí en sus pensamientos o emociones.

Justo cuando doblábamos la esquina para entrar a la cafetería un "Strigoi" ataco a Abby Badica, por suerte no nos noto o abría estado perdida, había olvidado la experiencia de campo. En ese momento me puse alerta y me prepare por si alguien se nos acercaba. No sucedió y continuamos hacía la cafetería pero ahora estuve alerta.

Tuvimos suerte al parecer nadie había notado nuestra ausencia, comencé a preocuparme por Lissa, no sabía nada de ella y a través del vinculo no la sentía, decidí visitarla para ver como estaba, solo esperaba que no siguiera tomando.

Pude sentir sus emociones, ella ya no estaba enojada conmigo, se sentía mal por haberme dicho todas esas cosas, ella ya no estaba tomando pero miraba a Adrian y Avery bebiendo, ahora se sentía algo incomoda por haberse saltado las clases, y mal por arrastra a Eddie con ella. Después todo fue confuso, sentí una extraña brisa que me empujo, literalmente, fuera de su cabeza, como si ella me hubiera bloqueado a mi.

- Te encuentras bien - pregunto Christian mirándome preocupado.

Sacudí la cabeza y parpadee, seguíamos en la cafetería, él estaba sentado comiendo mientras yo estaba de pie a su lado en alerta por si éramos "atacados"

- Yo. . . - no supe que decirle porque ni yo misma sabía lo que había pasado - No lo se, estuve en la cabeza de Lissa, pero entonces ella me. . . ¿saco?

- Bueno, ella sigue enojada contigo. . .

- No, ya no lo estaba, todo fue como siempre, sentí sus emociones, ella se sentía mal por las cosas que me había dicho, pero. . . después ella me echo.

- ¿Y eso nunca había pasado?

Negué la cabeza, trate de recordar algo parecido, pero no puede acordarme de nada, Lissa jamás me había echado de su mente, tampoco recordé haber leído nada parecido entre Vladimir y Anna, tal vez debería leer con mas cuidado. . .

La campana sonó, teníamos que ir a clases. Meditaría en eso después por ahora lo mejor era estar alerta para proteger a Christian y contar con que Lissa regresara a clases.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por sus comentarios!