Estaba luchando contra uno de ellos, los dos nos mirábamos con ojos llenos de odio, mientras yo trataba de clavarle la estaca y el bloqueaba mis movimientos.
- ¿Así que, Rose donde está la pequeña Lissa? - dijo sacudiéndose el cabello rubio, y dejando caer gotas de sangre mientras lo hacia.
Esto me distrajo, no solo porque era el primer Strigoi que me hablaba en vez de maldecirme, si no porque ademas sabia mi nombre. Y peor aun el de Lissa.
- Roza cuidado –alguien grito justo cuando caía en el suelo lodoso y una mano golpeaba mi cara.
- Que pasa Rossie, ya no eres tan valiente - me dijo el Strigoi mientras me daba otro golpe, fui una estúpida al distraerme y ahora no podía moverme - Lastima hubiera sido tan divertido que al menos….
No acabo, una bola de fuego lo ataco, él la esquivo por apenas unos pocos centímetros, se inclino una vez mas junto a mi y se acerco a mi oído.
- Voy a matarla, voy a matar a la ultima Dragomir y tu no vas a poder hacer nada para impedírmelo – dicho esto se paro y salio corriendo hacia los dormitorios Morois donde Lissa estaba.
- Roza, estas bien, te encuentra bien - dijo una hermosa voz mientras unos brazos suaves y musculosos me cargaban con suma delicadeza.
- Dim..itri - logre susurrar. Sentí como mis parpados se cerraban
- Shh, tranquila Roza te llevare a un lugar seguro – me dijo mientras me apretaba mas contra su pecho.
- Dimitri va por Lissa, tienes que salvarla, no lo entiendes - le dije, podía oír la desesperación en mi voz, y como las lagrimas comenzaban a bajar por mis mejillas – Tenemos que salvarla, él quiere matarla.
- No te preocupes no lo voy a permitir, yo voy a cuidarla y él no va a tocarla.
- Lo prometes
- Te lo prometo, ahora descansa, estoy muy orgulloso de ti, luchaste muy bien, descuida ya veras que cuando despiertes Lissa estará bien.
Después de eso me inundo la oscuridad y no fui consciente de nada más.
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