Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

miércoles

CdHS - Capítulo 21


!Atención¡


Este Capitulo contiene Spoilers y parte de 'Blood Promise' con mis modificaciones para la historia.

El día comenzó normal, ningún “ataque” ni nada por el estilo. Hasta ahora Lissa había fracasado en todos sus intentos para convencer a Christian de ir a la corte, y no lo culpaba, yo tampoco tenía muchas ganas de ir, pero al menos así tendría tiempo para estar con ella. Y de ver a Dimitri, del que aún no sabía nada.

- Está noche tendremos reunión de chicas - me dijo Lissa enredando su brazo con el mió, mientras íbamos a la siguiente clase.

- ¿Reunión de chicas?

- Si, será como nuestra noche de chica, tendremos una pequeña reunión después de que mi castigo haya terminado, seremos solo nosotras tres.

Lissa no paraba de hablar de lo bien que no la pasaríamos en la corte, de cómo las tres, así es Avery también estaba incluida, nos iríamos de fiesta todo el tiempo, yo solo esperaba ver a Mia y pasar un rato con ella.

No sabía porque pero Avery ya no se me hacía tan genial como antes, quiero decir, de alguna manera me agradaba pero el que estuviera arrastrando a Lissa con ella mientras tomaba hacía que no me cayera bien del todo. No es que tuviera nada contra ella, pues para ser sinceros ella pasaba mucho mas tiempo con Lissa que conmigo, no estaba celosa, solo preocupada por Liss, o eso creía. Le sonreí a Lissa y seguí a Christian a sus clases.

- Tienes tanta suerte de que Lissa no te haya convencido de ir a la corte - le susurre.

Me ignoro y siguió caminando hacía su salón. Estuvimos aproximadamente dos horas oyendo acerca de la relación entre humanos y Moroi, y yo a punto de quedarme dormida. No pasaba nada emocionante, al parecer todos los guardianes descansaban, no habíamos tenido nada de ataques. Una pena pues realmente moría por darle una paliza a Stan.

Después de más clases aburridas Christian y Lissa tenía que irse a su castigo yo quería descansar, fui a mi habitación y me tire en la cama, supongo que me quede dormida no lose pero en algún momento comencé a oír voces en mi cabeza.

- Rose ve a verme. Ahora. ¿Dónde estas? ¿Por qué no vienes? Ven a verme.

Me pare y regaña dientes y fui a donde Lissa se encontraba. Cuando entre a la habitación, ella y Adrian estaban practicando con el espíritu. Adrian apenas y me miro. Eso me hizo sentir mal, pues yo no estaba enfadada con él. Sino con Avery. No se para que diablos me llamaba Lissa, pues ni siquiera me hacía caso.

- ¿Qué sucede Liss?

- Nada. Ya casi acabo con Adrian. Después de eso sigue nuestra noche de chicas.

- ¿Y para eso me llamas tres horas antes?

Se encogió de hombros y siguió trabajando. La puerta se abrió de pronto y por ella entraron Christian y Jill, con una enorme sonrisa.

- ¿Dónde consigues a las menores de edad? - preguntó Adrian.

Christian le lanzó una mirada de advertencia.

- Ésta es Jill. Jill, éstos son Lissa y Adrian. Y bueno ya conoces a Rose.

- Ho….Hola - dijo tímidamente.

- Hola, Jill que te trae por aquí - dije.

- Jill quiere aprender como usar su poder para el bien en vez del mal - dijo
Christian con un guiño exagerado.

- ¿Qué quieres decir? - pregunto Lissa confundida.

Jill le dio a Christian una mirada sorprendida. Supongo que sabía de la relación entre ellos, y le sorprendía que Christian no le hubiera contado nada a Lissa.

- Después del ataque, mucha gente dijo que quería aprender cómo pelear con magia – explicó Christian - Así que Jill y yo trabajaremos juntos. . . Voy a enseñarle a usar sus poderes como lo hice yo cuando fue el ataque.

Jill le dio a Christian una mirada sorprendida. Supongo que sabía de la relación entre ellos, y le sorprendía que Christian no le hubiera contado nada a Lissa.

- Y por eso quieres ahora reclutar niños - dijo Adrian, ignorándome.

- Hey - dijo Jill indignada - Tengo catorce años.

Inmediatamente ella se sonrojó por haberle hablado tan atrevidamente. Él lo encontró divertido.

- Mi error - dijo él - ¿Cuál es tu elemento?

- Agua.

- ¿Fuego y agua, huh? - Adrian buscó en su bolsillo y sacó un billete de cien
dólares. Él lo chasqueó fuera - Dulce, te ofreceré un trato. Si tu puedes hacer aparecer un cubo de agua y descargarlo en la cabeza de Christian, te daré esto.

- Me uniré en diez - agregó Lissa divertida.

Jill parecía aturdida, pero sospecho que era porque Adrian la había llamado “Dulce”. Christian empujó a Jill hacía la puerta.

- Ignóralos. Ellos simplemente están celosos porque los que usan el espíritu no pueden arremeter en una batalla como nosotros - él se arrodilló hasta la altura de Lissa en el piso y le dio un beso rápido - Nosotros estuvimos practicando en la sala de arriba, pero debo acompañarla de regreso ahora. Te veré mañana.

- No es necesario - dijo Jill - Puedo regresar bien. No quiero ser ningún problema.

Adrian aún ignorándome se levanto.

- No lo eres. Si alguien va a dar un paso al frente y ser el caballero de brillante armadura aquí, podría perfectamente ser yo. Te llevaré de regreso y dejaré a los tortolitos con sus tortolearías.

Él le hizo una señal a Jill y sin hacer caso de mi, le dio una solemne reverencia.

- ¿Vamos?

- Adrian. . . - - dijo Christian, en un tono filoso.

- Oh, vamos - dijo él, rodando los ojos - Debo regresar de cualquier manera, ustedes, chicos, no son de ninguna utilidad cuando viene el toque de queda. Y honestamente, denme algo de crédito aquí. Aún yo tengo límites.

Él le dio una significativa mirada a Lissa, una que le dijo que era una idiota por pensar que él iba a seducir a Jill. Lissa le mantuvo la mirada por algunos momentos y se dio cuenta que él estaba en lo cierto. Adrian era un sinvergüenza a veces y nunca había hecho de su interés por mí un secreto, pero acompañar a Jill a casa no era parte de alguna grandiosa seducción. Él realmente estaba sólo siendo amable.

- Está bien - dijo Lissa - Nos vemos. Gusto en conocerte, Jill.

- Igualmente. Gracias de nuevo - dijo a Christian.

- Nos vemos en tu próxima práctica.

Adrian y Jill empezaron a salir por la puerta, justo cuando Avery entraba.

- Hey, Adrian - Avery miro a Jill - ¿Quién es tu menor de edad?

- ¿Pararían ustedes chicos de llamarme así? - exclamó Jill.

Adrian apuntó a la crítica de Avery.

- Silencio. Trataré contigo más tarde, Lazar.

- Ciertamente lo espero - dijo ella en una voz cantarina - Dejaré la puerta sin llave.

No se porque, pero este comentario hizo que sintiera celos. Había algo en la manera como Avery le hablaba a Adrian que no me gustaba. Jill y Adrian se fueron, y Avery se sentó al lado de Lissa. Ella parecía estar lo suficientemente animada como para estar ebria, pero no pude oler licor en ella.

- ¿Realmente invitaste a Adrian a tu habitación más tarde así como así? -pregunte, sin quererme ver como una novia celosa.

Avery se encogió de hombros. Y me miro de una manera extraña.

- No lo sé. Tal vez. A veces pasamos tiempo juntos una vez que ustedes chicos, están todos metidos en la cama. No estas celosa, ¿o si?

- No - dije demasiado rápido, lo cual seguramente me contradecía - Sólo curiosa.

- Bien, aunque lo entendería, él es devastadoramente buen mozo, chistoso, rico, relacionado con la reina. . .

- ¿Tienes los colores de la boda elegidos? - preguntó Lissa riéndose.

- No todavía - dijo Avery - Yo todavía estoy probando las aguas. Me aseguro que él sería un fácil agujero en el cinturón de Avery Lazar, pero él es algo así como difícil de leer.

- Realmente no quiero estar escuchando esto - dijo Christian.

- Algunas veces él actúa como del tipo ámalos y déjalos - siguió hablando Avery ignorando a Christian - Otras veces, él se deprime como un romántico de corazón roto. . .

Realmente no quería seguir escuchando a Avery hablando de lo maravilloso que era Adrian, por eso cuando un hermoso dios ruso toco la puerta y pidió hablar conmigo se lo agradecí enormemente. Pues ademas llevaba ya mucho sin verlo. Sin besarlo. . .

Me despedí de Lissa, quien dijo que la viera en su dormitorio mas tarde y salí del salón mientras Dimitri me esperaba.

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