Verlo me hizo de pronto recordar a Rose.
- ¿Qué pasa princesa te encuentras bien, te duele algo? - me pregunto acercándose a mi para revisar si estaba herida. Solo entonces note que estaba llorando.
- No, estoy bien es solo que. . .
Apenas y podía hablar, sentía un dolor en el pecho al recordar las palabras de ese Strigoi, cuando me dijo que ya había acabado con Rose.
- Rose está muerta - le dije en un susurro tratando de contener las lagrimas.
- ¿Qué?, ¿por qué dices eso? ¿cómo lo sabes, acaso sentiste algo? - me pregunto y pude ver la angustia e impotencia que llenaban sus ojos, mientras su cara se iba poniendo pálida a pesar de las contusiones que tenía.
Negué con la cabeza.
- No, pero eso fue lo que me dijo ese Strigoi cuando fue por mi - dije reprimiendo mas lagrimas y uno que otro sollozo - Me dijo que había acabado con Rose, y que ahora yo era la siguiente, y creo que esa es la razón por la que Rose no fue a rescatarme cuando él me ataco.
Vi como su cara poco a poco se relajaba aunque se notaba preocupado.
- No princesa, Rose no está muerta - dijo con voz calmada, haciendo que me tranquilizara un poco.
- ¿De verdad? ¿Cómo lo sabes?, tal vez lo está y por eso no supe nada de ella - le dije con rabia, podía sentir inicios de la oscuridad invadiéndome y tuve miedo, porque está vez Rose no estaría para absorberla.
- Princesa tranquila - dijo Dimitri poniendo una mano en mi hombro, al parecer el también había notado la oscuridad en mi - Rose está bien, fue atacada por el Strigoi y llevada a la clínica para ser atendida, por eso fui yo a buscarte y no ella, estaba débil y me pido protegerte.
- Entonces Rose está viva - dije sintiéndome mejor de saber que mi mejor amiga no había muerto.
Tal vez ahora venga a rescatarme, tal vez ya se sienta mejor y les diga a los otros donde estamos. Y así ella podría venir por nosotros.
- ¿Cuanto tiempo llevamos aquí?
- No lo se tal vez unas horas, ellos no han venido, y no se que es lo que pretendan hacer con nosotros.
Ellos, los Strigoi, temblé, Dimitri tenía razón, ¿por qué nos tenían aquí? ¿qué querían de nosotros. . .?
- Rose me escuchas - una mano me sacudía haciéndome regresar a la realidad.
- ¿Christian?, ¿qué haces aquí?
- ¿La viste?, ¿como está?, ¿está bien? - pregunto ignorándome.
- Ella está bien, está débil pero hasta ahora no les han hecho nada - le dije - ¿Ahora dime que diablos haces en mi habitación?
- Yo. . . - me miro - Bueno tengo un plan, es solo que, veras. . .
- Suéltalo ya Christian.
- Bien, lo vi en una película, promete no reírte o enojarte - me dijo serio - Recuerdas cuando nos dijiste que podías ver a Mason, y que veías gente muerta.
Asentí, esperando saber cual era su plan, pues no tenía idea que tenía que ver esto con rescatara Lissa.
- Pues pensaba que tal vez, podrías preguntarle a Mason o a algún otro fantasma, si podían ayudarte, ya sabes decirte donde están.
- Yo. . .
No supe que decir y es que realmente quería ayudar a rescatarlos, pero el solo pensar en los terrible dolores de cabeza y todos los fantasmas arrastrándome hacia que temblara.
- Puedo intentarlo, pero necesito estar lejos de las salas para poder hacerlo. Y no se si eso funcionaria.
Asintió.
- Tenemos que intentarlo - dijo con un hilo de voz, un tanto desesperado, pues él quería rescatar a Lissa tanto como yo, así que solo asentí -- Bien pues vamos-- dijo.
- ¿Ahora? - le pregunte un tanto sorprendida, y es que en verdad no quería volver a sufrir ese terrible dolor de cabeza.
- Claro, entre mas rápido los rescatemos mejor, no crees.
- Tienes razón - dije dejando mis temor a un lado.
Salimos de mi habitación y nos dirigimos rumbo al bosque cerca de donde Jesse y sus estúpidos amigos estuvieron torturando a Lissa.
- Bien vamos. Alejémonos de las salas. Solo te advierto si el dolor se hace mas fuerte tienes que regresarme a las salas ¿entendido?
- Lo prometo.
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