Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

lunes

CdHS - Capítulo 9


!Atención¡

La mayoría de este capitulo contiene Spoilers y parte de 'Blood Promise' con mis modificaciones para la historia.


Estaba demasiado cansada, había estado ayudando a los guardianes a limpiar los restos de la batalla, tal vez no estaría tan cansada si Dimitri no hubiera decidido vengarse de cuando lo deje plantado en la mañana, y hubiera hecho correr tanto.

Iba de regreso hacía los dormitorios de los dhampir y juro que no se como podía caminar de lo cansada que estaba, con cada paso que daba mi habitación se hacía más, y más lejana.

Lo único que quería hacer era dormir y recuperar fuerzas, era mi último fin de semana libre antes de que las clases comenzaran de nuevo y lo más importante dentro de unas hora sería mi cumpleaños, estaba tan feliz, por fin iba a cumplir 18, mi relación con Dimitri ya no sería ilegal.

Ambos habíamos hablado antes del ataque y decidido que cuando fuera mayor de edad íbamos a dar a conocer nuestra relación y él iba a dejar de ser mi mentor, pero ahora, debido a que Kirova había decidido “jubilarse” y teníamos un nuevo director, decidimos que lo mejor era esperar hasta mi graduación.

- ¿Rose donde estás? - oí una voz dentro de mi cabeza que me llamaba - Llevo esperándote por 20 minutos.

Era Lissa que estaba fuera de mi edificio esperándome.

- Ya estoy aquí Liss, ¿qué ocurre? - pregunte al ver lo ansiosa que estaba.

- Nada, vamos - tomo mi mano y tiro de mi para que la acompañara.

- ¿Qué haces?, ¿a dónde me llevas? - ella solo me ignoro y siguió tirando de mi mano - De verdad Liss estoy muy cansada solo quiero dormir.

- No Rose, no voy a dejarte - dijo mientras doblábamos la esquina para ir al edificio de huéspedes.

- Liss, ¿a dónde me llevas? - ni siquiera tenía fuerzas para alzar la voz.

- Con Adrian - dijo abriendo la puerta para entrar.

- ¿Con Adrian?

- Si, veras Rose dentro de unas horas es tu cumpleaños - dijo mientras tiraba de mi ahora ambas subíamos las escaleras, ella detrás de mi casi cargándome - Y vamos a celebrarlo haciendo una pequeña fiesta, bueno mas bien una reunión, ya que solo seremos tu, Adrian, Christian, Nina, Eddie y yo.

Mientras íbamos por el segundo piso escuchamos unos gritos que nos hicieron detenernos.

- Voy hacer lo que yo quiero - reconocimos la voz de Avery - No soy tu esclava.

- Tu eres mi hija - ese debía de ser su padre - Aunque a veces me gustaría que no lo fueras.

Lissa y yo estábamos sorprendidas por eso.

- Entonces, ¿por qué estas haciendo que me quede en este infernó? ¡Déjame volver a la Corte! - grito Avery

- ¿Y dejar que me avergüences más? Apenas salimos de ahí sin dañar mucho la reputación de la familia. De ninguna manera voy a enviarte ahí sola y permitir que hagas solo Dios sabe que.

- ¡Entonces envíame con mamá! Suiza será mejor lugar que este.

Hubo un pausa.

- Tu madre está. . . ocupada.

- Oh, que bien - dijo Avery, con una voz cargada de sarcasmo - Esa es una forma educada de decir que ella no me quiere. No me sorprende. Yo sería un interferencia para ella y ese hombre con él que ella se acuesta.

- ¡Avery! - sonó la voz de su padre estaba enojado.

Lissa se estremeció y retrocedió.

– Está conversación se termino. Vuelve a tu habitación antes de que alguien te vea. Y espero verte mañana en el desayuno, y espero que seas más respetuosa. Tenemos algunos visitantes importantes en el edificio.

- Si, y Dios sabe que tenemos que guardar las apariencias.

- Ve a tu cuarto - él repitió - Antes de que llame a Simon y le hacer que te arrastre has allí.

- Si, Señor - ella sonrió - Enseguida, Señor. Cualquier cosa que usted diga, Señor.

Y con eso, él cerro la puerta.

Lissa, y yo nos escondimos en la esquina, aún no podíamos creer que le hubiera dicho esas cosas a su propia hija. Por unos momentos, hubo silencio. Luego, escuchamos el sonido de pasos que venían hacía nosotras.

Avery pronto dio vuelta en la esquina y se detuvo, dándonos un buen vistazo de ella. Llevaba un apretado, vestido corto de algún tipo de tela azul plateado que brillaba en la luz. El cabello le caía largo y silvestre, y las lagrimas que salían de sus ojos grises-azulados habían destruido el maquillaje que llevaba. El olor a alcohol era alto y claro. A toda prisa se paso una mano sobre sus ojos, obviamente avergonzada de ser vista de esa manera.

- Bueno - dijo ella tajantemente - Creo que escucharon nuestro drama familiar.

- Nosotras. . . - no sabía que decir, y Lissa aún seguía callada y con la boca abierta detrás de mi - Lo siento. No queríamos, solo estábamos de paso. . .

Avery se rió duramente.

- Bueno, no creo que importe. Probablemente todo el mundo en el edifico nos
ha oído.

- Lo siento - repitió Lissa hablando por fin.

- No lo hagas. Ustedes no hicieron nada malo.

- No. . . quiero decir, yo siento que él. . . tú sabes, te dijera esas cosas.

- Es parte de ser de una “buena” familia. Todos tenemos esqueletos en el armario - Avery se cruzo de brazos y se apoyo contra la pared - Dios, lo odio a veces. No se ofendan, pero este lugar es tan malditamente aburrido. He encontrado a algunos chicos para salir esta noche pero eran bastante aburridos también. Lo único que tenía de bueno era la cerveza.

- ¿Por qué. . . por qué tu padre te trajo aquí? - Lissa pregunto tímidamente - ¿Por qué no estás. . . no lo se, en la universidad?

Avery se hecho a reír.

- Él no confía en mi lo suficiente. Cuando estábamos en la Corte, me involucre con un chico lindo que trabajaba allí, no era de la realeza, por supuesto. Papá se asusto y temió que la gente se enterara. Así que en cuanto consiguió trabajo aquí, me trajo para mantener un ojo en mi, y torturarme. Creo que tiene miedo que me fugue con un ser humano si voy a la universidad - ella suspiro - Juro por Dios, si Reed no estuviera aquí, huiría.

Nos quedamos calladas por un momento, podía escuchar los pensamientos de Lissa, había estado evitando cruzarse con Avery. Con todas las órdenes de la reina que estaba dándole últimamente esta parecía la única forma de que Lissa pudiera defenderse a sí misma y dejar de ser controlada. Pero ahora, se preguntaba si se había equivocado acerca de Avery.

Avery no parecía una espía de Tatiana. Ella no parecía alguien que quisiera moldear a Lissa para ser una perfecta de la realeza. Mas bien, Avery parecía triste, una niña herida, cuya vida estaba fuera de control. Algo que le estaba ocurriendo a Lissa últimamente, gracias a la reina. Con una profunda respiración, Lissa dijo las siguientes palabras.

- Nosotras íbamos a celebrar el cumpleaños de Rose - dijo señalándome ya que no habíamos sido presentadas formalmente - ¿Te gustaría acompañarnos?

- Bueno, mis otros planes eran emborracharme en mi habitación - ella levanto una botella de whiskey, que saco fuera de su bolso - Pero eso suena mejor. A propósito - dijo volviéndose hacía mi - Soy Avery.

- Rose - dije mientras Lissa volvía a empujarme para ir a la habitación de Adrian que estaba en el cuarto piso.

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