Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

sábado

CDHS - Capítulo 27


Estaba sentada en una de las sillas que había fuera en el balcón del cuarto de Lissa, tenía mis brazos abrazando mis piernas y mi barbilla recargada en mis rodillas. Mi celular vibro pero estaba lejos de mi alcance y no me sentía con ganas de estirar mi mano para contestarlo.

Oí como la puerta se abría tras de mi, pero no hice caso, con todo el drama que estaba pasando lo único que quería era descansar. Lissa aún insistía en ir a la fiesta, Jill estaba demasiado asustada como para si quiera hablar, y que Avery siguiera llenando vasos de vodka a todos no mejoraba mi humor.

La silla a un lado mió hizo un ruido al moverse y Adrian se sentó, lo mire, estaba sacando una cajetilla de su bolsa del pantalón, encendió un cigarro y se quedo hay fumando a un lado mió. Ninguno de los dos dijimos nada, ambos no quedamos mirando hacía la nada, sumidos en nuestros pensamientos. Mi celular volvió a vibrar pero lo ignore.

- Estoy preocupada por Lissa - dije después de un rato.

Me miro curioso, pude ver como sus cejas se juntaban.

- De que hablas - dijo sacando de nuevo su cajetilla.

- ¿De que hablo? Bromeas ¿verdad? - dije cuando él volteaba la cara para encender su segundo cigarro - ¿No has visto como está últimamente, como actúa? Parece como si nada le importara.

- Me sorprende - dijo mirándome serio.

- ¿Qué quiere decir eso?

- Bueno creí que estabas demasiado ocupada con todos tus entrenamientos como para fijarte en lo que Lissa hace o no - suspire enojada y lo ignore - ¿Por cierto como te fue en tu viaje? Oí como Avery decía que te divertiste mucho, dime Rose ¿la pasaste bien en tu viaje con tu asalta cunas?

- Cállate, quieres - le dije enojada - No se que tiene eso que ver con el hecho de que estoy preocupada por Lissa, no te das cuenta. No me agrada Avery, todo el tiempo que está con Lissa la induce a tomar alcohol.

- ¿No te gusta Avery? Ni siquiera la conoces.

- No necesito hacerlo, me basta con saber que cuando Lissa está con ella siempre está alcoholizada y no es ella misma.

- Bueno no toda la gente es perfecta o pretende ser responsable como tu - dijo jugando con su encendedor, después me miro y pude ver que había enojo en sus ojos - No conoces a Avery ella es un persona increíble y a diferencia tuya no le importa divertirse.

- Bueno siento no poder ser tan divertida como tu novia - dije poniéndome de pie - Y también lo siento por preocuparme por la salud de mi mejor amiga.

- Bien pues como tu dijiste no lo eres, ya no eres divertida. Además no se porque te molesta tanto que este con Avery. No tienes de que preocuparte - dijo tambien poniéndose de pie - Lissa está perfectamente, solo nos estamos divirtiendo, no entiendo porque estas tan celosa de Avery.

No le conteste, en primera porque estaba tan enojada que no podía hablar y segunda porque mi celular volvió a sonar en ese momento, ahora con un mensaje.

- Estoy en la cafetería que está en la esquina del edificio de huéspedes, necesito decirte algo. D

Me dirigí a la puerta, apenas iba a abrirla cuando volví a oír la voz de Adrian tras de mi.

- No me digas ¿tu novio?

Lo ignore y entre a la habitación, Jill estaba sentada en el sofá sumida en sus pensamientos mientras las voces de Lissa y Avery se oían bastante animadas.

- Rose, sigues sin cambiarte, no vas a ir así a la fiesta - dijo apuntando hacía mi ropa - Te dije que te pusieras algo lindo.

Suspire y sonreí.

- Seguro, en seguida vuelvo - di media vuelta y salí de la habitación antes de que pudiera decirme algo.

Me dirigía hacía la cafetería pensando en si regresaría o no para la fiesta, lo cierto era que no quería ir, prefería pasar el día a lado de mi Dios Ruso, que otro momento mas con mis amigos y la perfecta Avery. No sabía como en un principio me había parecido agradable.

Entre a la cafetería y Dimitri ya me estaba esperando en una de las mesas le sonreí y fui corriendo hacía él dispuesta a lanzarme a sus brazos hasta que recordé donde me encontraba y me detuve. Me senté en la silla que estaba frente a él.

- ¿Cómo te fue con Lissa? - me sonrío, pero al ver mi cara pregunto - ¿Todo está bien?

- Si, no, es extraño ella está extraña. Pero no importa ¿Qué pasa camarada?

- Creo que tendremos que hacer otro viaje - pude oír la emocion en su voz.

- ¿Otro viaje? A que te refieres.

- Alberta me marco hace unos momentos, al parecer no contestabas tu celular.

- Lo siento, pero estaba en medio de una discusión - levanto la ceja y me miro curioso - No importa. ¿Qué quieres decir con otro viaje?

- Alberta me llamo después de que no contestaras, tu madre está en una ciudad cercana con su Moroi, que vino de vacaciones.

- ¿Mi madre? - de todas las cosas que esperaba, está no era una de ellas.

- Ella quiere verte, y Alberta me pidió que si podía llevarte a la ciudad en la que esta, al parecer tu madre solo estará un día mas y realmente quiere hablar contigo.

- Hablar conmigo, ¿de qué?

- No lo se Roza, Alberta no me lo dijo, pero talvez sea importante.

- Está bien camarada - dije sonriendo de poder estar con él - ¿Cuándo nos vamos?


oOoOo


- Gracias por dejarme manejar camarada - dije mirándolo para sonreírle.

- No es como si me hubieras dejado mucha opción, cuando te encerraste en mi auto y amenazante con arrancar si no lo hacía - dijo tratando de ser serio - Ahora por favor quieres mirar a la carretera.

Volví a sonreír, Dimitri parecía aterrado de mi al volante.

- Ya estamos llegando - dijo mirando el GPS - Gracias a Dios.

- Oye. . .

- Roza, por favor mira al frente cuando estés manejando - pidió cuando voltee a reclamarle.

Reí. De verdad parecía aterrado.

- Lo ves camarada nada paso Y ahora, ¿a dónde se supone que tengo que ir? - pregunte cuando llegamos a la ciudad.

- Sigue derecho hasta el centro.

Después Dimitri saco su celular y se puso a hablar. Sabía que hablaba con mi madre pero no le preste atención, solo oí que le avisaba que habíamos llegado.

- Llegamos, ¿ahora a donde?

- Ahora entra al estacionamiento del centro comercial.

- Bien, solo te aviso que nunca aprendí a estacionarme - le avise mientras buscaba un estacionamiento para el carro.

Me miro aterrado, tratando de calmarse, le sonreí.

- Solo apaga el carro por favor y yo lo estaciono.

- ¿Por qué? Si no lo hago yo jamás aprenderé - dije jugando con él.

- Rose - dijo con su tono de mentor - Por favor, ademas tu madre te está esperando en ese restaurante - señalo un pequeño local de la esquina del centro comercial.

- Bien tu ganas, pero solo porque muero de hambre.

- Gracias - suspiro aliviado mientras yo apagaba el auto - Llámame cuando terminen de hablar.

Asentí y salí del auto mientras Dimitri se cambia a mi lugar. Me dirigí hacía donde mi madre se encontraba, me estaba esperando en una de las mesas que estaba en la terraza del restaurante.

- ¿Qué le hiciste al Guardián Belikov para que te dejara manejar todo el camino hasta aquí, lo amenázate? - parecía divertida.

- Hola a ti también mamá - dije sentándome a su lado - ¿Por qué estoy aquí?

- No puedo solo invitar a mi hija a comer - dijo pasándome el menú.

- Si puedes - le dije cuidando de mis palabras - Pero eso no le quita lo raro.

- No tiene nada de raro - dijo, y por el tono de su voz parecía indignada.

- Si, si lo tiene.

Negó con la cabeza y alzo la ceja con cara de “que tienes tres”. La ignore viendo la hamburguesa con queso del menú que me coqueteaba, la mesera llego para tomarnos la orden.

- ¿Ahora si vas a decirme que sucede? - le pregunte.

- No se porque tiene que suceder algo para pasar tiempo contigo.

Hubo un poco de silencio incomodo, bueno tal vez solo era silencio. Le di una mirada desconfiada mientras la mesera servia nuestros platos. Mi madre le agradeció y después se volvió hacía mi.

- ¿Cómo te fue en la prueba?, la Guardián Petrov dijo que fuiste con el Guardián Belikov a hacerla - dijo mientras cortaba un trozo del pescado que había pedido.

- Muy bien. Dimitri dice que estuvo excelente - conteste orgullosa comiendo mi hamburguesa.

- Me alegra - sonrió.

Mi madre me miraba como si fuera la cosa mas tierna del mundo, no podía dejar de notar lo extraño que era todo esto, aunque claro que estaba agradecida por la hamburguesa. Comimos mientras le explicaba a mi madre de mi prueba.

- ¿Cómo está la Princesa Dragomir?

- Bien - conteste secamente.

Al parecer mi madre no noto mi frialdad pues parecía perdida en sus pensamientos, ya casi habíamos acabado nuestra comida, aún se veía nerviosa.

- En las ultimas veces que has estado aquí con tu Moroi jamás habíamos ido a comer - le dije con cuidado - ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué estoy realmente aquí? ¿Qué sucede? ¿Por qué estas nerviosa? ¿qué era la cosa urgente de lo que teníamos que hablar?

- No debiste de haber pedido esa malteada, tanta azúcar te acelera - dijo pero a diferencia de antes, ya no parecía divertida - ¿Por qué tantas preguntas?

- Solo dímelo - dije impaciente.

- Tu padre me llamo.

1 comentario:

  1. Uff :$ He leído todos los capítulos de este fic 3 veces con esta. ._.
    Espero que subas pronto más capítulos. :D
    Me diste esperanza hoy.

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