Son las...

Blog dedicado a Fanfics en español de Vampire Academy.
Por Maris Belikov.

domingo

CdHS - Capítulo 2


- ¿Cuál te gusta más? – pregunto Lissa con una sonrisa de oreja a oreja, mostrándome dos vestidos, uno lila, y uno azul cielo.

Estábamos en su habitación, se estaba arreglando para su cita con Christian, Genial, otra noche sin dormir - pensé.

- Los dos están bien - le dije - Dios no puedo creer que te arregles tanto para ir a ver a Christian, digo es solo Christian, realmente no se que le ves, ni que fuera…

Cerré mi boca de inmediato, iba a decir Dimitri, deseaba poder decírselo, todo, contarle lo de la cabaña, de nuestros planes para estar juntos, pero sabia que no podía, no aun. Lissa me miro curiosa.

- ¿Ni que fuera quién? – me pregunto burlona - ¿Quién ibas a decir Rose? - pregunto, leí su mente, ella tenía la esperanza de que yo fuera a decir Adrian, y que por alguna extraña razón tenía miedo de hacerlo, así que no quería presionarme.

- Ya basta Lissa, Adrian es solo mi amigo, oíste, él no me gusta, digo si es lindo, pero nada más.

- No seas así Rose, ya admitiste que es lindo, ¿por qué no le das una oportunidad? Harían una linda pareja - me dijo con sus enormes ojos verdes iluminándose.

- Si claro, entonces la reina me mataría, y después me mandaría con las putas de sangre - dije frunciendo el ceño, recordando la vez que esa bruja me amenazo - Además Adrian es un mujeriego, no creo que tarde mucho en hartarse de acosarme y vaya detrás de alguien más.

- Ella no es tan mala como piensas, y en cuanto a Adrian, él de verdad te quiere, no se porque no te das cuenta - dijo Lissa en tono serio - Pienso que aunque no sea con Adrian deberías salir con alguien.

- Lissa, se que ahora que tu estas felizmente casada con Christian quieres lo mismo para mi, no se me ha olvidado la vez que quisiste arreglar una cita entre Eddie y yo - le dije haciendo que se sonrojara.

- No estoy casada - fue lo único que dijo, aun roja como tomate. Solté una carcajada y Lissa rió también.

- Estoy bien Liss, de verdad, deja de preocuparte por mi vida amorosa, ya tengo suficiente con la tuya despertándome a medianoche - le dije riendo, antes de salir de su habitación, mientras ella se ponía aún más roja de lo que estaba - Usa el lila - le grite y cerré la puerta.

Oí que algo golpeaba la puerta, Lissa me había arrojado un zapato, lo cual hizo que me riera aun mas fuerte - Está noche no te dejare dormir, Rose, lo prometo - me dijo Lissa riendo a través del vinculo.

Genial - pensé.

Iba caminando por el pasillo rumbo a mi cuarto, pensando en como diablos iba a hacer ahora para no dormir cuando vi a alguien en la puerta de mi habitación.

- Rose, ¿dónde estabas? ¿Por qué no estas ya en tu habitación? - chillo la gloriosa Janine, cruzando los brazos y lanzándome una mirada furiosa.

- Hola a ti también mamá - le dije, y abrí la puerta de mi cuarto, entre, aventé los tenis que traía puestos y me tumbe en mi cama, claro que Janine me siguió - No sabia que ya habían vuelto - le dije mientras me sentaba en el borde de mi cama.

- Acabamos de hacerlo - dijo mientras examinaba mi cuarto, y ponía cara de desaprobación hacía mis tenis, mi ropa tirada en la esquina y mi pequeño escritorio lleno de libros, junto con tareas y exámenes reprobados.

Se quedo ahí parada todavía examinando mi cuarto, y yo ahí viéndola mientras lo hacía, después se volvió hacía mi y hubo un largo silencio incomodo. Que ella rompió después.

- Vine para decirte de la ceremonia molnija - dijo sonriendo un poco - Te harán un tatuaje de batalla. La ceremonia será mañana. Y nos pondrán los tatuajes.

- Esta bien - le dije con una sonrisa llena de orgullo, por mi futuro tatuaje - ¿Nos pondrán los tatuajes?

- Así es, no solo tu participaste en esa batalla, recuerdas - me Janine, aunque no estaba molesta. Hubo más silencio incomodo - Después de la ceremonia me iré con mi Moroi.

- Ok - le dije.

Más silencio incomodo.

- Bien - dijo Janine asintiendo con la cabeza - Que duermas bien - y salio.

Me quede ahí mirando el espacio vacío, cuando se me ilumino el rostro. ¡Regresaron! Eso quiere decir que Dimitri había regresado. Tenía que hacer un plan para verlo sin que me descubrieran. Y es que salir de mi cuarto era fácil, había poca seguridad, pero ir a la habitación de Dimitri era otra cosa.

Me puse unos jeans ajustados, un top rojo sexy, y cuando estaba apunto de saltar por mi ventana, decidí que no quería arriesgarme, así que salí por la puerta. Y utilice mis dones de ninja para escapar.

Habían pasado solo unos minutos desde el toque de queda, y todavía no había guardianes haciendo rondas, lo cual fue una suerte para salir de mi edificio, lo que quería decir que la mayoría de los guardianes estaban en su edificio, junto con Dimitri.

Llegue al edificio de los guardianes y me escondí entre los árboles elaborando mi plan. Vi la ventana de Dimitri, tenía una tenue luz encendida, en la entrada del edificio había guardianes, reconocí a Stan entre ellos. Si me encontraba me castigaría y se encargaría de expulsarme, estaba segura.

Entonces decidí escalar un árbol que estaba junto a la ventana y que por suerte estaba entre abierta. Me asome por ella, y lo vi, acostado en su cama, con las manos detrás de la cabeza y los ojos cerrados, abrí la ventana y me deslice dentro de la habitación.

Al parecer Dimitri estaba meditando o dormido, porque no se movió. Lo observe por unos instantes, se veía tan sexy, corrí hacía él, coloque mis piernas cada una alrededor de su cintura, y lo bese. Esto lo tomo por sorpresa, y se resistió un poco, pero cuando se dio cuenta que era yo, rió entre dientes y me beso, en un principio dulce y tierno, pero después el beso se fue tornando apasionado.

- Roza, que voy a hacer contigo - dijo riendo, cuando nos separamos para tomar aire, mientras tomaba mi rostro en sus manos y me miraba con sus hermosos ojos llenos de amor.

Le di mi mejor sonrisa devora hombres, y le di un pequeño beso en la nariz.

- Bueno camarada, puedo decirte un par de cosas - se torció un poco cuando le dije camarada, pero luego rió.

- Ahora no Roza, espera a que cumplas 18, ademas alguien podría notar que no estas en tu cuarto y tengo guardia dentro de poco - dijo mientras con una mano acariciaba mi mejilla y la otra se enredaba en mi pelo. Fruncí el rostro y él me beso, aun riendo un poco.

Rápidamente coloque mis manos en su cuello y acerque mi cuerpo más hacía el suyo. Me giro de modo que los dos estuvimos acostados en la cama y nos quedamos así, besándonos durante un largo rato.

- Te amo - le dije, mientras con una mano le acariciaba el cuello y la otra reposaba en su pecho.

- Y yo te amo más - me dijo. Todavía estábamos abrazados en su cama. Me beso la frente y luego dijo - Deberías descansar un poco.

- Mañana es la ceremonia molnija - le dije. Mientras enredaba una pierna en la suya, y me acercaba más a él.

- Lo se, a todos los guardianes nos van a tatuar con la marca de la batalla.

- ¿Qué hay de Christian, él me ayudo? - le pregunte.

- Él es un Moroi, no debió de haber participado, aunque nos haya ayudado mucho, para la sociedad, los Moroi no deben participar en las batallas junto a los guardianes - me dijo Dimitri mientras jugaba con mi pelo.

- Eso es injusto, sin él muchos de los guardianes hubieran muerto, él debería tener una marca también - me queje.

- Lo se, y también creo que debería recibir una, pero la reina no lo aprueba - me dijo, mientras fruncía el rostro.

- ¿Cómo les fue en la corte? - le pregunte, de repente.

Se encogió de hombros y dijo.

- No tan mal, dimos cuentas de nuestras muertes, y volvimos a revivir la batalla para ellos, también explicamos como fue que los Strigoi lograron traspasar las salas.

- Y que paso - pregunte curiosa, jugando con su camisa, y dejando ver sus hermosos abdominales.

- El consejo real y la reina decidieron remplazar a Kirova, por un Moroi, un tal Eugene Lazar. Ellos vendrán pronto, en un día o dos. Y Kirova anunciara su retiro - dijo Dimitri con voz seria.

Lo mire, intentando procesar esto, Kirova iba a ser remplazada, sentí tristeza por ella, digo no teníamos la mejor relación, pero de alguna manera me caía bien, y que la retiraran por algo que había sido culpa del estúpido de Jesse. . .

- Roza ¿te encuentras bien? - dijo Dimitri con preocupación, viendo como la oscuridad se apoderaba de mi lentamente.

El pensar en Jesse hacía que la oscuridad volviera a mi y me invadiera como cuando lo ataque, pero, al recordar la cabaña y lo que había sucedido, mi corazón latió rápidamente e hizo que todo se esfumara. Le sonreí a Dimitri y me relaje un poco.

- Si estoy bien, descuida - le dije tranquilizándolo - Dijiste que ellos vendrán pronto, ¿quiénes son ellos?

- Eugene, sus dos hijos, y sus guardianes - me dijo Dimitri, aun mirándome, asegurándose de que estuviera bien. Asentí.

Lo abrace aún más fuerte, y me acomode entre sus brazos, cerré mis ojos y mientras me quedaba dormida, él susurro algo junto a mi oído, algo dulce en ruso. Sonreí y me perdí en un profundo sueño.

2 comentarios:

  1. Que lindooooooooooooo!!!! :') el momento de rose con Dimka, me produjo algo lindo en mi panza ><! Buen fic!

    ResponderEliminar
  2. Awssssss perfecto, estos dos si que están en las nubes cuando están juntos, los adoro!!!

    ResponderEliminar

¡Gracias por sus comentarios!